|
Nacido y criado en un circo, único superviviente de la tristemente célebre familia de trapecistas “Los Grayson Voladores”, descolgarse por la claraboya del techo no suponía ningún reto para Nightwing. Esquivar los sistemas de seguridad podía ser ya harina de otro costal, pero en ese campo también había sido entrenado por el mejor.
-Oráculo, estoy dentro- murmuró tan pronto como su cabeza asomó por el tejado.
-Bien- respondió la voz distorsionada por su auricular-. Si las declaraciones del Joker son ciertas, los esquemas del sistema de seguridad se corresponden con los que teníamos registrados en la guarida del Pingüino.
-Conozco esos sistemas. ¿Seguro que no hizo ninguna modificación?
-Algunas sí que hizo. Te iré dictando a medida que las encuentres.
“Perfecto”, pensó Nightwing, y analizó el almacén en un primer vistazo rápido. La estructura básica era la genérica de todos los almacenes del puerto. En apariencia, el Joker sólo había hecho una modificación de consideración: en la esquina más alejada de la puerta, a la izquierda, había hecho levantar una pequeña habitación de cuatro paredes de ladrillo de aspecto muy sólido. El resto del lugar sólo había sufrido alteraciones menores: paredes modulares del tipo de los cubículos de las oficinas, casilleros aquí y allá, y un amplio camerino formado por varios biombos con un amplio tocador junto al cubículo en el que había colocado la cama de matrimonio.
Centró su mirada en el pequeño cuarto de la esquina. Una puerta blindada, paredes hasta el techo y pequeños respiraderos en la parte superior. ¿Una celda? ¿El cuarto de baño? En la mente perturbada del Joker, cualquier explicación era posible.
Volcó su atención en los mecanismos de seguridad. Cámaras de vigilancia en las paredes y el techo, pero no parecían estar conectadas a ningún tipo de trampa, o su cabeza ya habría rebotado contra el suelo. Dos ametralladoras controladas por un ordenador apuntando hacia la puerta principal, presumiblemente a la espera de recibir un código erróneo en el teclado que había visto en el lado exterior. Pequeños orificios en las paredes sugerían salidas para algún tipo de gas, Smilex probablemente tratándose del Joker. Un vistazo con las lentes de infrarrojos reveló además una intrincada red láser en el suelo y otra a media altura.
-Parece que estaba prevista la entrada por cualquier lugar- observó-. Sin embargo las cámaras de vigilancia no activan nada.
-Se registra cualquier entrada, parece imposible que haya entrado ningún ladrón sin que los hombres del Joker hayan podido verlo en las grabaciones. Por lo demás, debería haber un cuarto de monitores desde el que suelan controlarlo todo.
-Lo veo. Tengo que descubrirme ante el Pingüino.
-Dentro de poco te daré motivos para descubrirte ante el Joker. Las cámaras no pueden causarte problemas ahora mismo. Intenta llegar abajo sin tocar los lásers.
Nightwing comprobó la batcuerda mediante un par de enérgicos tirones, y después dejó entrar el resto de su cuerpo en el almacén. Utilizó las vigas del techo como punto de sujeción para llegar hasta el cuarto de la esquina. Allí se agarró a uno de los respiraderos, y comprobó el espacio entre los ladrillos.
-Por aquí parece imposible trepar.
-Yo desde luego te recomendaría que te alejaras de ahí- advirtió Oráculo-. La puerta blindada contiene una de las modificaciones del Joker, y si la tocas accidentalmente por el lugar incorrecto…
-Me saldrá una sierra y me cortará por la mitad, ¿no?
-No te lo tomes a broma. El Joker ha previsto las máscaras de gas, así que ha preparado la puerta para que los intrusos reciban una inyección letal de su toxina.
-Muy clásico, pero al menos ha tenido en cuenta…
De pronto guardó silencio. ¿Cómo no había caído antes?
-¿Nightwing?- preguntó Oráculo, inquieta- ¡Nightwing!
-Sigo aquí, tranquila- respondió Nightwing-. Oráculo, aparte de en esta puerta, ¿Dónde más están esas mejoras del sistema?
-Según la declaración del Joker, dentro de ese mismo cuarto. Suelo electrificado si no se desactiva antes desde la sala de monitores; lanzadores de dardos envenenados con forma de banderita con la palabra “Bang”; y dice que también hay una prensa en lo alto de la habitación, dispuesta a caer sobre el intruso como última opción.
-Ajá. ¿Y qué se supone que hay dentro de esta habitación?
-Por lo que parece, el Joker guardaba ahí todas las herramientas que preparaba para sus golpes, al menos hasta que decidiera para qué golpe las iba a utilizar. ¿Por qué?
-Bueno, se diría que esperaba que le robasen, ¿no te parece?
-Eso sigue sin explicar cómo el ladrón consiguió sortear todas las trampas.
-De momento es sólo una teoría, pero ¿y si el ladrón es uno de los hombres del Joker?
-Todos tienen coartada, lo siento. Harley dedicó dos días a interrogarlos a conciencia.
Nightwing observó los respiraderos. Desde luego por ahí no cabía una persona. ¿Cómo sabía el ladrón todo lo que había dentro? Podía haber tenido suerte con la puerta, pero ¿qué pasaba con las trampas del interior?
-Empecemos por lo básico- se dijo-. ¿Por dónde entró el ladrón?
| |
